Dormimos en aquel tejado. Fue una noche sin estrellas, pues unas densas nubes cubrieron el cielo de norte a sur. Por la mañana, unos rayos de sol golpearon mis ojos(15hp que me metieron....), el cual se habia abierto paso entre un claro de nubes. Me levante y mire a mi alrededor. Alli habia una bola de cristal encima de un pedestal. Teina un brillo extraño y en su interior se arremolinaba....¿Un remolino?No sabria decir con exactitud que seria, pero parecia que que necesitaba canalizarse de algun modo...Menee la cabeza hacia los lados. Todo aquello le habria gustado a Thor Makin...¿Donde estaria ahora? Repase el lugar donde me encontraba. Estaba solo a excepcion de una mujer. ¿Una mujer?¿Conmigo?Aquello se hacia mas extraño a medida que pasaba el tiempo...Me acerque a la señorita y le di un suave golpe con la punta de mi bota. Se dio la vuelta farfullando algo en sueños.
-Maldito elfo...
Ah, si claro, era Vixxusin, una aficionada a matar elfos. Le repugnaba la idea de que se hubiesen aliado con Tibianus, pues pensaba que algun dia les traicionarian...Me aparte de la mujer y me dirigi hacia el borde del tejado. Abajo, una pila de cuerpos inertes, que, a juzgar por sus heridas habian sido desmembrados recientemente...No podian ser los del dia anterior, esos los habiamos apilado en la entrada norte, y despues les prendimos fuego, en señal de derrota.
-Hey, despierta.-Dije mientras zarandeaba suavemente a Vixxusin.-Alguien ha venido y ha aniquilado a los refuerzos de los elfos!-La mujer se incorporo y me empujo hacia atras. A pesar de que yo llevaba puestas una armadura de pies a cabeza, pudo conmigo perfectamente. Casi me derriba.
-Idiota, como que alguien, he sido yo. Si hubieses dejado de dormir por un instante, te habrias dado cuenta de que casi nos matan. He tenido que matar a otro dragon, y acabar con un destacamento de elfos yo sola. Alguien dice...
Pero no le estaba haciendo caso apenas. Me estaba fijando en sus ojos. Tenian un color verde esmeralda, pero muchisimo mas claro. Depende de como le diese la luz se volvian grises, casi azules. Era hipnotico. Su cabello se prolongaba hasta la mitad de su espalda, dandole un toque femenino entre la sangre que cubria su armadura.
-Sabes, deberias ir a Ab`dendriel.-Me comento mirando la bola de cristal-Siempre hay un mago que esta dispuesto a pagar algo de oro por que alguien rompa esa cosa con un espejo. No me preguntes por que debe de ser con un espejo, yo no soi un mago.
Cuando llegamos a Ab`dendriel, el cielo se habia despejado, y hacia un calor abrasador. Me quite el casco y lo colgue con una cuerda al cinto, para despues meter mi armadura en la mochila. Vixxusin tenia una forma fisica impresionante. A pesar de estar delgada, caminaba con rapidas zancadadas, y parecia que nunca estaba cansada.
-Venga, pareces una tortuga-Genial, he pasado de comparaciones con insectos a comparaciones con reptiles. Algo es algo.-Toma, ponte esto. -Se quito sus botas y me las dio.-Dame las tuyas.
-Oye, no creo que sean de mi talla.-Dije mientras me desprendia de las mias.
-Claro que lo son, cretino. Sabes, son demasiado buenas para que no entren en el pie de alguien.
Cuando la mujer se descalzo, adverti que su pie era algo mas pequeño que el mio. Mis botas a ella le quedaban grandes. Lo soluciono metiendo unas bolas de hierba en la punta. Torpemente, me fui a calzar sus botas, estando convencido de que no me entrarian, pero cuando empece a meter la punta de los dedos...La bota de adapto perfectamente a mi pie. No hubo un cambio aparente, ni ningun destello magico, simplemnte, la bota se habia acostumbrado a mi pie...preocupante.
-Comodas,¿Verdad?-Comento-Te haran ir mas ligero. Estas botas tuyas son un martirio. Vamos.
Cuando llegamos a la ciudad elfa, Vixxusin me guio como si la conociera a la perfeccion. Llegamos a la copa de un arbol, donde las criaturas de carne palida habian levantado una estructura bastante solida. La mujer me señalo a un elfo que caminaba solo de arriba a abajo.
Tras hablar con el, me dio un espejo.
-¿Que te ha dicho?-Pregunto inquisitiva la mujer.
-Me ha dicho que rompa la bola de cristal con esta cosa-Mire al espejo. El espejo me devolvio la mirada al segundo.
-Bien pues, entonces.
Cuando llegamos de nuevo al tejado de la torre, era mediodia. El sol caia mas fuerte que nunca.
-Bien, haz lo que devas. Voi a matar algunos elfos mientras tanto.
Cogi el espejo. Lo mire de nuevo, y despues mire la bola. Espejo,bola. No le encontraba sentido. Tampoco lo necesitaba. Me encoji de hombros y le atice fuerte al la bola de cristal con el espejo. El remolino que habia dentro de esta se elevo, para despues desaparecer.
-Espero que algun dia alguien me explique esto-le dije a la nada. En realidad no lo esperaba, pero tenia que hacerme el heroe de algun modo.
Vixxusin estaba matando a los vigias de las torres. Me saludo desde lo alto de una, y acciono una palanca. Las rejas que mantenian cerrada la fortaleza se abrieron. La mujer salto por la atalaya medio derruida, con aire gracil, y llego al suelo de forma ligera. Observe la torre un momento. Yo me habria abierto la cabeza.
-Volvamos a por la recompensa-Ordeno.
Llegamos a la ciudad por la tarde. El sol empezaba a hacerse debil. EL mago elfo, agradecido de que hubiese roto una bola de cristal con un espejo, cosa que podria haber hecho perfectamente el, pero por lo que se ve tenia asuntos mas importantes que atender, me dio mil monedas de oro.
-Toma-le dige a Vixxusin, entrgandole una bolsita-Tu parte de la paga.
En la bolsa habia quinientas monedas.
-¿Enserio crees que voi a aceptar eso?-La mujer se rio-venga, ya, estas de broma. Ese dinero te viene mejor a ti que a mi. Guardalo.-y sin poner ningun tipo de pegas, obedeci.
Nos separamos a las puertas de la ciudad, y cada uno volvio a sus respectivas ciudades. Al parecer, ella vivia en Venore, pues habia un buen asentamiento de elfos a pocas millas de distancia. Genial para liberar rabia contenida.
-Nos vemos-dije despidiendome de ella.
-Algun dia-Respondio.
-Algun dia-Repeti.
Cuando llegue a Carlin anduve por las calles distraido, pensando en todo lo que habia hecho en los ultimos dias...Nunca me habia sentido igual. Nunca me habia parado a pensar en que, quiza los enemigos contra los que luchaba dia a dia no fuesen tan malos en el fondo, si no que simplemente lo veian todo de otra forma. Al fin y al cabo, la raza humana era una de las mas jovenes del mundo, y se habia adueñado de todo lo que le pertenecia a otras razas mas antiguas. Esto lo habian aprendido de los viejos enanos leales que todavia quedaban, cada vez en minoria.
Pero pronto desterre esos pensamientos de mi cabeza. No queria terminar como un hereje, pues la inquisicion tenia una habilidad excelente para encontrarlos. De todos modos¿De que me quejaba?Estaba en el bando fuerte, no podia morir realmente y tenia gente con la que alardear.
-Si-dije mirando al cielo-Esto debe de ser una buena vida.
Otra para Vixxusin, la elfocida, que queria que escribiese cien entradas. Bueno, solo quedan 99 ;D
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