jueves, 8 de julio de 2010

El Principio

<--Primera enseñanaza del caballero de los Reinos de Tibia: Escribir en ingles pudiendo hacerlo en castellano es de "Pros"-->

Todo comenzo cuando deje abandonado a mi hermano en las calles de un lugar lejano, puesto ni el ni yo teniamos dinero para comer, y se trataba de pura supervivencia. Mi instinto, mas salvaje y primitivo no dudo un momento en renunciar a la carga de mi hermano enfermo y montar en el primer barco que encontre. Tras meses de dura travesia, y realizar trabajos por un poco de comida diaria, ocurrio lo inevitable. Una noche oscura y cerrada, sin luna ni estrallas, me encontraba haciendo la guardia nocturna, como de costumbre. En un instante, el cielo comencio a rugir y a intentar alcanzarnos con su furia, canalizada en rayos. Toda la tripulacion dormia, y mi instinto me dijo que todos ibamos a morir. Sin dudarlo dos veces, hice todo lo que pude con mis pocas fuerzas y me lance al mar sobre el tronco de un mastil. Cuando me aleje lo suficiente de barco a la deriva, empece a oir los gritos del mayor de abordo, gritandome con su espada en lo alto. Al momento siguiente, fue calcinado por un rayo. Tras horas en el mar bajo la tormenta electrica, cai incosciente por culpa de una descarga. Lo siguiente que recuerdo es un despertar en una playa, casi muerto. Dormi en ese lugar durante dos dias y dos noches, cuando llego un hombre que me pego patadas que me hizo levantar. Sin decir nada, me dio unas ropas, entre ellas unos tabardos de colores blanco marfil y con rebordes azulados. Despues se fue, y me dijo que le siguiese. Fui tras el, intentado mantener su ritmo, cosa que no consegui por culpa de mis malheridos miembros. Llegue a una rudimentaria pero bien construida casa, donde me estaba esperando el hombre. Esto es lo que recuerdo de la converascion, dije:
-¿Eres tu quien me ha alludado?(En lenguaje tibiano:hi)
-Hola, Solem. Bienvenido a Rookgard, hogar de quienes quieren servir al Rey y necesitan entrenamiento. Necesito que me hagas un favor¡Por favor, ayudame!
-De acuerdo, te debo el haberme salvado(En tibiano:Yes)
Y ya no recuerdo nada mas, unicamente que me pidio que me quedase una chaqueta algo dura, para ponerme encima de mis tabardos. Despues, me rogo que acabase con unas cucarachas que estaban en su sotano¡un insulto a mi fuerza!Aun asi, me dio una pequeña recompensa, una pala y una maza para matar a las cucarachas, la cual me pude quedar.

Al medio dia, llegue al pueblo. Solo habia un par de tiendas, y un pozo por el cual parecia que no se podia bajar, de veras...Pero me aventure hacia abajo, y encontre unas enormes cavernas bajo el pueblo, infestadas de ratas.

Mi estancia en Rookgard duro siete dias y seis noches, Durante los cuales, mate enormes trolls, encontre un pequeño estoque y acabe con una plaga en el subsuelo de la isla. Esos malditos insectos podian hacerte mas daño que un lobo, pero podeia aprender valiosas lecciones de ellos(vamos, que daban 18 de exp cada uno, lo cual para Rook gard esta muy bien)

La septima noche, a la luz de la luna, note que ya era el monento. No podia aprender nada mas de los lobos, y tampoco podia encontrar la lucha que necesitaba en los poderosos bichos.

Asi que decidido, me encamine hacia la aldea. Antes de llegar al pueblo, vi a mi amigo y compañero de armas, Dallheim. Se despidio de mi, con la extraña certeza de que no volveria a verme. No se equivocaba. Subi al segundo piso de la biblioteca,nunca antes habia estado alli, pero curiosamente sabia a donde me tenia que dirigir, como si ya lo hubiera hecho antes...Una estatua de piedra vigilaba una sala vacia, con una alfombra roja. Una estatua de piedra de forma angelical me miraba. Le devolvi la mirada. La piedra parecia impenetrable. Tras un buen tiempo observandole, me dijo:
-Eres un hombre decidido, ¿Estas dispuesto a aceptar tu destino y ponerte al servicio de Tibianus?
-Me da igual ante quien me arrodille, siempre que me pague(En tibiano:yes)
-¡¡ESA ES TU IDEA SOBRE EL SERVICIO DE UN CABALLERO!!¡¡NECESITO EL COMPROMISO DE UN GUERRERO QUE LO DE TODO CON HONOR POR SU REINO!!-la estatua parecia estar...enfadada. Extraño, pues nunca habia visto enfadarse a una estatua. Y ahora que lo pienso, tampoco la habia oido hablar.
-Mi compromiso es mi vida(creo que son unos 100 hp de momento). Tengo que seguir vivo, y no me arrodillare ante nadie si eso cambia las cosas.(En tibiano:yes)
-Eres una oportunidad que Tibianus no quiere que pase...Hagamos un pacto. Si caes sirviendo al Rey, los sacerdotes se encargaran de devolverte a la vida.¿Aceptas, Solum?
-¿Y ponerme al servicio de la magia negra de esos sacerdotes-Sonrei-Me gusta(En tibiano:yes)-Algo me obligo a parpadear. Cuando abri los ojos en decimas de seguno, ya no estaba en la biblioteca. Parecia otra isla. Empuñe mi estoque, y me adentre en ese lugar. Tras unos minutos andando, divise cuatro hogares, y en cada uno de ellos habia un guerrero. Me encamine hacia uno que llevaba un casco con cuernos.
Tras un rato hablando con el, me ofrecio convertirme en un caballero del rey. Las demas opciones eran ser un cobarde arquero, un vil mago o un retorcido druida. Ante esa situacion, le dije que aceptaba. En ese momento recorde a un viejo compañero de aventuras en Rookgard, Thor Makin. Habia tenido noticias de que era un iniciado en lo Arcano. Antes de lanzar fuego, con una mistica energia, que se encontraba dentro de tu cuerpo y almas de los humanos, la cual se podia canalizar gracias a las palabras secretas de los Hechiceros superiores(mana, resumiendo)Sonrei cuando su nombre se fijo en mi mente¡Le demostrare que el poder de la fuerza(Obi-wan Kenobi no tiene nada que ver con esto)es superior al de la magia arcana!

En el sotano de la casa en el que me encontraba, contenia armas,armaduras y objetos de interes comun. Quien me inicio me regalo un juego completo, pero me dio a elegir entre una enorme maza, una espada con borde aserrado o un hacha de acero. El hacha me llamo la atencion de una forma especial. Entonces me imagine a mi mismo, encima de una montaña de enemigos, en una colina nevada y gritandole al cielo con mi arma en lo alto. Ese arma era el hacha que se encontraba en el sotano.

El tiempo que tarde en completar mi adestramiento fueron unos dos dias. El mayor reto al que me enfrente, fue masacrar a unos enanos que habian levantado una mina bajo el sotano de mi instructor. Mi entrenamiento con el hacha avanzo de forma desproporcionadamente alta con los enanos. Atacaban con sus manos desnudas, o con sus afilados picos, pero podian acabar contigo en cuestion de segundos. La mayor parte del tiempo, me mantuve con las defensas arriba(Denfense battle, el escudito verde de abajo). Es posible que pudiese haber aprendido mas de los enanos antes de largarme de ese sitio, pero ya estaba saciado de su sangre. Me diriji hacia el muelle, donde me informaron de los cuatro sitios a donde me podia dirigir. Podrian haber sido mas, pero por lo visto no reunia las cualidades necesarias(no me habia dado la gana de gastarme dinero en esta...cosa a la que llaman juego).Podria haber ido a Venore, la ciudad del pantano, a Abdenriel, la ciudad elfa e incluso a Carlin, famosa por sus amazonas(vamos, paladines que skillean por ahi) y por sus espadas. Pero la que mas me llamo la atencion fue la famosa primera ciudad del imperio de Tibia, Thais. Alli moraba el Rey, tibianus. Estaba cerca. No fueron mas de...media hora de viaje(0,0001 segundo humano)

Asi es como empezaron mis aventuras en estas tierras, y algun dia os contare como terminaran.

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